TENDENCIAS: TATUAJES

No sé si todxs lo recuerdan, pero hasta hace unos años, hacerse tatuajes era moneda corriente. La pregunta radica en el por qué de la desaparición y vuelta continua de esta tendencia a decorar el cuerpo con arte.
Obviamente, que están quienes jamás dejan de tatuarse, pero hoy vamos a analizar la masificación de este fenómeno, el momento en que una práctica tan personal se convierte en algo popular y comunitario.
En los últimos años, retomamos ciertas ideas asociadas a nuestra necesidad de experimentar, experimentar lo temporario para elegir lo verdaderamente real y acorde a mi personalidad. Una personalidad que se va descubriendo en este propio proceso de la experimentación.
¿Por qué volvemos a sentirnos atraidxs por la decoración en el cuerpo, por el arte impregnado infinitamente en nuestra forma tangible?
De esta pregunta, surgen dos posibles respuestas, igual de válidas y coherentes, e incluso complementarias.
Buscamos sentir dolor para sentir 'algo'. Buscamos alivio en lo placentero del dolor, por más que esto nos lleve a grabar símbolos y frases 'para siempre'.
Esta búsqueda del dolor es parte valiosa de la experimentación. La experimentación requiere el salirnos de nuestra zona de confort, el acercarnos a aquello que nos genera dudas, el sumergirnos en lo más oscuro y reprimido.

Para ello necesitamos verlo, aceptarlo e incorporarlo como parte igual de valiosa de nosotrxs mismxs. Parte de este acercamiento generará adrenalina y dolor, un dolor similar al de tatuarnos el cuerpo. Un dolor que únicamente nosotrxs conocemos en profundidad, que genera sentimientos encontrados de placer y sensibilidad.
Por el otro lado, el acercamiento con el ocultismo y lo esotérico, nos ayuda a comprender al cuerpo como algo pasajero, entonces aquello que antes se tildaba de 'para siempre' ahora es meramente una marca que dejamos en el cuerpo sobre nuestra propia historia.
Tatuarnos ya no es un acto de rebeldía y diferenciación como lo era hace unos años, es mas bien un acto de aceptación de nuestra oscuridad, proceso, cambio y evolución.

El tatuaje, por más 'aleatorio' que sea, siempre es elegido por nosotrxs, en determinado contexto y momento de la vida específico. Por algo nos atrajo lo suficiente como para dejarlo marcado en nuestra piel.