TENDENCIAS: PATCHWORK & DIY

Los 70s están a la vuelta de la esquina, sobre todo con el comienzo de la primavera.
De más está decir que las temperaturas cálidas traen alegría, ganas de experimentar y necesidad de transformación.
Ya más distendidos, luego de casi un año de pandemia, nos arremangamos y ponemos manos a la obra. Es momento de tomar las riendas sobre nuestra vestimenta, lo que comunicamos con nuestro cuerpo, nuestras elecciones y nuestro futuro a por construir.
Ha llegado la hora de animarnos a ser parte del proceso creativo de absolutamente todo lo que llevamos puesto.
Muchos han descubierto durante la cuarentena que cualquiera puede darle segundos, terceros e infinitos usos a las prendas que teníamos olvidadas y abandonadas. Convertimos pantalones en bermudas o shorts, transformamos sweaters en chalecos, escribimos frases y logos en denim, nos animamos a experimentar tiñiendo y destiñendo remeras… el aburrimiento nos invitó a salirnos de nuestra zona de confort y ser los propios artistas detrás de nuestras prendas.

La customización y personalización de productos no sólo responde a una necesidad desde la joyería e interferencia del usuario en el proceso de producción. También se manifiesta en tendencias bien específicas de intervención de tejidos.
La simulación de una prenda o género deconstruido es parte de la novedad que retomamos de la rebeldía setentosa.
Uno de los tejidos más populares que nos remitirán al estilo bohemio bien propio del verano 2021 será el patchwork. Tenderemos a encontrarlo fácilmente en chalecos y tops al cuerpo. También veremos algunas variantes en jean, que nos invitan a animarnos a la mezcla de diversos tipos y colores de denim.

Recordemos que el crochet también es parte de este estilo y tendencia. Transportándonos hacia fines de los 60s, los tejidos abiertos y livianos serán fundamentalmente representativos de este estilo en el verano. Principalmente, el crochet invadirá nuestros armarios en colores neutros y pasteles.
Como alternativa al estilo bohemio, nos adentramos al mundo de los setentas revolucionario, en el que el estilo dark militarizado es esencial para comunicar la necesidad de ser escuchado y respetado a pesar de ser distinto.
Acompañando esta ideología, el DIY se manifiesta a través de diversas técnicas, unas más punks que otras…
Como referencias de intervención alegre y colorida, esta temporada comenzamos a consumir e intentar pintar la ropa, ya sea de forma prolija y medida, así como de manera más espontánea y juvenil. Entre estas técnicas encontraremos el tie dye. Para los más arriesgados el tie dye combinará entre 5 y 6 colores distintos, emulando al arcoíris y los propios efectos de los viajes espirituales y radicales de los 70s. En contraposición, el tie dye se suma disimuladamente en combinaciones bicolor donde el contraste claroscuro resalta el estampado sin aportar mucho color al outfit.

Por otro lado, la deconstrucción más desprolija y rebelde estará presente también a partir de esta primavera. Les mencionábamos previamente, cómo algunas de las formas más usuales en que podemos transformar nuestras prendas son: recortar pantalones, resignificar prendas simétricas en asimétricas, experimentar con las funciones tradicionales de las prendas, decorar con apliques, alfileres, tachas, flecos, brillos o retazos varios, y modificar las morfologías de remeras mediante sustracciones específicas.

Estas dos tendencias que manifiestan la personalización de las prendas son tan solo el comienzo del retorno del consumidor como parte del proceso creativo de su propia ropa.
Ustedes ¿ya se animaron a intervenir sus prendas?