TENDENCIAS: LOS 60s DE LA REVOLUCIÓN

Tal como ya les contamos, las poleras fueron un ítem bien representativo de la revolución femenina de fin de los años sesentas…
Por ende, esta fue una gran pista para introducir el por qué detrás del retorno del estilo sesentoso.
Ese espíritu adolescente que tanto reforzamos en notas anteriores nos invita a una actitud sin límites, miedos ni tapujos. La ‘adolescencia eterna’ de las sociedades de hoy, es lo que nos permiten comenzar a jugar con la ropa, y entender en el 2020 a la vestimenta como algo 100% lúdico, experimental y expresivo.
Esta manera de entender la moda a la hora de vestirnos, nos ayuda a integrar más el color, el juego de texturas, de estampados y de composiciones un poco más ‘aniñadas’ y nostálgicas.
A continuación compartiré algunos ejemplos de aquellas tendencias que son bien propias de los sesentas y por qué se necesitan a partir de este 2020.
La década de los 60s se distingue por ser bien opuesta complementaria en si misma. Mientras que a principios de este período la moda se distinguió por el color y el look más aniñado, ya hacia finales de la era, el estilo perdió todo tipo de límites y se convirtió en una mera forma de expresión artística y revolucionaria gracias al hippismo.

Comenzaremos con todo aquello vinculado a la estética nostálgica de colegio:
Los zapatos estilo guillermina, abotinados y sobre todo las medias serán tendencia. La comodidad para moverse todo el día con los mismos zapatos es primordial, y el foco se pondrá en los detalles lúdicos y contrastes que se puedan crear al incorporar medias llamativas y coloridas en los conjuntos.
De esta forma, los zapatos que nos recuerdan a las épocas de escolaridad no serán los únicos elementos en hacerse visibles en nuestra vestimenta cotidiana. Tanto las prendas más deportivas como las más semi-formales, nos remitirán al uniforme de colegio, y/o de aquellas actividades extra-curriculares.

El vestido estilo jumper, o incluso el mini vestido línea A (bien representativo de la gran referente de los sesentas: Twiggy) nos remite a un look más juvenil que fue y será acompañado de accesorios y joyería fantasía en colores estridentes, materiales con apariencia sintética/futurista y juegos de geometrías.
El buzo + jogging es bien propio del uniforme deportivo invernal, y ese conjunto es la tendencia más aceptada socialmente en lo que va del 2020.
El look tenista total white, con el cardigan incorporado, es también uno bien propio de esta década que marca tendencia. Incluso, el retorno de las zapatillas clásicas estilo tenis responden a esta estética.
La falda mini escocesa tableada dará qué hablar, al conducir nuestros recuerdos tanto a la escolaridad como a los movimientos más revolucionarios y anarquistas de fines de los 60s.
Ahora bien, si de revolución hablamos, está claro que los sesentas se distinguieron y quedaron en nuestra memoria como la década en que el hippismo comenzó a marcar lo que hoy entendemos como estilo bohemio.
Detrás de la vestimenta elegida, los objetivos de estos grupos se alineaban con la revolución por la paz, la concientización sobre el planeta y su naturaleza como hogar, el cuerpo humano como santuario al que se debe valorar y cuidar, y por sobre todo la ruptura y caída de tabúes y costumbres retrógrados para la época.
Esta estética nos remite al abandono del corpiño como sostén anti-natural. La ropa interior, en el 2020, pasa a ser accesorio y deja como secundaria su histórica funcionalidad.
También detectaremos la incorporación de texturas bordadas, tejidos crochet, el retorno de la gamuza y el corderoy, los flecos y una paleta de colores bien terrestres que emulan a la naturaleza.

Los años sesentas son recordados y estudiados como la década en la que la moda se transformó en estilo.
En esta particular y contradictoria década, el internacionalismo moderno ganaba poder y divulgaba el mantra de ‘Menos es Más’. Mientras que, en simultáneo, la industria incorporó la copia y producción en masa como estrategia hacia la globalización y unificación de la moda.
Una era en que el mundo estaba en estado constante de ansiedad pero, así y todo, había un optimismo relacionado al porvenir. ¿Les suena conocido?
Así es como este escenario se nos vuelve a presentar ante nuestros ojos en la actualidad, acompañado de dos estilos bien opuestos pero, a su vez, complementarios.

(artículo escrito para Lookea)