TENDENCIAS: LAS MANOS
Conexión máxima con uno y con l@s demás.

Para dar comienzo a este mes de mayo es importante recalcar la importancia de estar bien con un@ mism@ para poder estarlo con los demás. Esta nota se enfoca en la contratendencia del reporte mensual des(conexión) que habla del existencialismo, un espacio donde encontramos un refugio tanto en lo humano como en lo comunitario.
A su vez, se relaciona directamente con el reporte anual 2021, donde el ritual es esencial.
Las manos son un elemento fundamental para llevar a cabo rituales mágicos. Estos, generalmente, son acompañados por ciertos mantras, cuya finalidad es despertar fuerzas divinas y facilitar la corriente de energía psíquica. También, las manos de sanadores y chamanes son radares para detectar enfermedades y emitir el fluido invisible de la energía vital.
En estos tiempos donde el factor virtual es tan trascendental en nuestras vidas, se genera un vacío existencial si no nos ocupamos de la conexión real necesaria para la vitalidad.
Desde el comienzo de nuestra especie las manos fueron un factor evolutivo clave. Son la herramienta del ser humano, por excelencia, ya que representan “la parte visible del cerebro” debido a la interconexión entre ambos órganos.
Las manos encarnan dos aspectos complementarios de la unidad sistémica del ser humano.
Las manos tienen un enorme registro de posibilidades de comunicación no verbal que logran transmitir y pueden ser más pregnantes que la palabra. Las manos denotan estados de ánimo, dan calor y permiten un sentir hábil e inteligente.
El propio tacto nos aporta información que nos marcarán para siempre, desde el principio de nuestras vidas.

Hoy en día, estamos sumergid@s en una rutina en la que el tacto queda relegado a un segundo plano. Se fomenta la comunicación sin contacto potenciado a través de las redes sociales. Así, la privación sensorial se hace cada vez más compleja, pudiendo derivar en un deterioro orgánico.
Toda persona necesita ser tocada y reconocida físicamente por un otr@. Lo sensorial es una parte fundamental para la relajación y la limpieza profunda, para llenar todos esos depósitos del alma y humanizarnos. Cuando acariciamos o somos acariciad@s estamos reivindicando a la piel como centro de la existencia.
El tacto implica participar de la felicidad esencial de todo lo que existe y, así, conectarse al flujo de vida.
La comunidad, así como las manos, nos hacen sentir a salvo siendo un refugio humano con las mismas características y sensibilidades. Manos e individualidades que unimos, dedos y vínculos que entrelazamos que nos empujan a sobrevivir.
Pero la verdadera salvación está dentro de un@. Conectarse y entregarse completamente al adentro; creando una armonía vital donde todo lo existente tiene un propósito que conforma un sistema perfecto y sensible.
El tocarse a un@ mism@ y explorarse es la desconexión más real para con el exterior generando, en contraposición, una conexión hacia el interior.
Ningún otro sentido puede excitarte tanto como el tacto que provoca agitaciones internas siendo un fenómeno somático y extraordinario que permite convertirnos en seres 100% sensibles.
En moda el tacto, los vínculos y las manos se representan en todo lo que revisite una conexión y enlace. Reviven el simbolismo de la unión en texturas suaves y como la piel y transparentes dejando este órgano a la vista.
Retomamos el valor de lo natural.
Dar y darse placer está en las manos de cada un@...