TENDENCIAS: JUEGO COMO VIA DE ESCAPE
Para dar comienzo al mes de Septiembre, decidí inspirarme y empezar a abrir las puertas hacia una nueva anormalidad en donde la incertidumbre nos lleva a soluciones desesperadas.

Luego de hablar tanto tiempo sobre la nostalgia, es necesario entender de donde deviene esta sensación y necesidad tan popular, que conecta tanto a nichos como a masas, que traspasa y conecta generaciones, culturas y realidades sociales completamente diversas globalmente.
En este mes, analizaremos cuál es la razón detrás de que el juego y los momentos de ocio y placer, sean tildados de infantiles.
El ser humano, en el sistema político que se ha sumergido, se encuentra atrapado en la búsqueda inalcanzable y culposa del placer. El disfrute pleno está mal visto... si no se sufre en el camino, entonces el resultado no es igual de satisfactorio.
Esta concepción retrógrada y limitante del placer, nos priva de la libertad, del disfrute, del encontrar el placer en 'hacer nada'. Como adultos, nos sentimos inservibles, que estamos perdiendo el tiempo y que 'estamos perdidos y sin sentido' cuando decidimos simplemente disfrutar de la vida.

El problema deriva de que si no hay una infelicidad, un vacío que llenar a diario con cosas materiales (así es como nos enseñaron a sentirnos 'realizados'), el sistema socio-económico y político se caería en un abrir y cerrar de ojos.
Si supiesemos llevarnos a la adultez aquella capacidad de disfrutar de la vida, capacidad bien propia de la niñez, el juego sería parte de nuestro día a día.
Ahora bien, nos encontramos frente a una situación mundial de crisis. Esto radica en la necesidad de desconexión que tenemos debido a la insatisfacción y falta de control que genera la realidad global que hoy nos excede como seres humanos.

Entonces, qué mejor solución que idealizar tiempos pasados, tratar de replicarlos, inspirarnos en ese pasado que rememoramos como fantástico, y animarnos a re-significar estéticas que nos conecten con el juego y nos permitan sentir que el tiempo y el espacio se desfiguran.
Perder la noción del tiempo y el espacio es el objetivo de nuestra experiencia y estética lúdica. Ya que no podemos tener el control, preferimos no saber dónde estamos parados y vivir eternamente replicando pasados.

Por otro lado, algunos nichos también buscan la desconexión, pero el pasado no les atrae. Mas bien encuentran esa disolución de espacio y tiempo en la conexión virtual.
Para conocer más en detalle sobre esta tendencia mensual, podés descargar el reporte en este link, y leer las notas por venir, a lo largo de todo Septiembre.