NURTURE VS. NATURE
Cuando hablamos de romper esquemas, lo primero que debemos preguntarnos es de dónde vienen.

¿Por qué pensamos como pensamos? ¿Por qué nos vestimos como nos vestimos? ¿Por qué nos gusta determinada estética?
Y respondiendo a estas preguntas nos topamos con dos posibilidades... es algo que sentimos natural e inherente a nuestra existencia, o es algo que sabemos que fue respuesta y adoptado de la sociedad en la que nos criamos.
Obviamente, las respuestas tienden a encontrarse entre estos dos extremos, pero muchas veces descubrimos que hay opiniones y gustos que realmente no son acordes a nuestra esencia... Aquí es cuando se introduce esa contracción.
La estética de esta década se forjará en base a este punto medio contradictorio, donde nos encontramos en un limbo y nuestra identidad personal se fusiona con nuestra cultura.
Por un lado nos toparemos con una estética que tiende más hacia la asociación de lo natural, donde los tejidos son más rugosos, volátiles y las morfologías más 'amigables' al cuerpo.
En el otro extremo estará eso que nos es bien ajeno a la naturaleza humana, en donde todo se vincula a la invasión, a lo extraterrestre y utópico-distópico.
Pero, todo tiene un punto en común. Muchas estéticas que comenzarán a desarrollarse y hacerse bien populares en los próximos años, tendrán elementos de ambos extremos, así como el propio ser humano.

Se mezclará lo natural con lo aprendido, y dará frutos a conceptos bien interesantes como el afro-futurismo, el minimalismo natural y el paganismo.
Al fin y al cabo, todo se une en búsqueda de un equilibrio aparente.