LAS NECESIDADES DE LOS 70s ESTÁN DE VUELTA
“...en medio de esa multitud trágica en reposo.” La Náusea de Jean-Paul Sartre

Si re-calculamos, estamos frente a una era en la que se repiten múltiples sucesos y patrones que ya han sucedido décadas atrás. Las necesidades y deseos de los 70s se vuelven más fuertes en este 2020 y nos permiten, así, construir y re-flotar estéticas alineadas a estos discursos sociales latentes.
La década a la que nos referimos fue caldo de cultivo de ideas revolucionarias y rupturistas. El tiempo en pausa, la re-significación del juego y la niñez fueron elementos que catapultaron un nuevo entendimiento e intento de organizar a la sociedad. Toda esta información la pueden encontrar más detallada en el reporte anual 2020 en este link.
A raíz del clima que se vivía día a día, mientras la tecnología cobraba poder y popularidad, la Guerra Fría mantenía al mundo tensionado y alerta a la espera de una gran catástrofe.
Como sucede durante toda crisis, los ideales se potenciaron y se llevaron a extremos, conduciendo a las sociedades hacia la discriminación y la violencia. El miedo despertó -en muchos- reacciones oscuras y necesidad de controlar implementando la opresión. Mientras que, las sub-culturas decidieron que era el momento de comunicar sus ideales e impulsar la revolución que estaba latente desde mitad de los años sesenta.
Hoy en día nos enfrentamos a un panorama similar, en donde los avances tecnológicos nos unen pero, a su vez, son un arma de doble filo.

En el 2020 la lucha se retoma, se busca la liberación, la igualdad, y se resaltan los intereses comunitarios por sobre los individuales. El uniforme es el elemento principal en moda que vuelve a ser necesitado para unir grupos en pos de una revolución, de un ideal.
El uniforme proviene del juego y los deportes. Esto, nuevamente, no es casualidad. El ocio, la pausa propia del juego, todo lo lúdico, funcionan como escape de la realidad. Nos distendemos a través de la nostalgia que nos genera jugar como niños, y comenzamos a replantearnos la posibilidad de que no haya parámetros etarios.
Algunos, eligirán la tecnología como vía de escape, y podrán adaptarse más fácilmente y con mayor flexibilidad a las nuevas realidades que se nos presentan gracias a estas herramientas virtuales.
Muchos otros, preferirán volver a las raíces, a conectar con la naturaleza, a experimentar con sustancias, y a encontrar el placer en otras actividades alejadas del consumismo capitalista bien fomentado con el fin de controlar a las sociedades.
Esta división social es muy similar a la sucedida en los años 70s.
Por ende, las tendencias propias de hace 50 años volverán adaptándose a las necesidades contemporáneas (que no son muy distintas que hace medio siglo atrás).
Los uniformes, la mezcla entre la ropa deportiva y la formal, lo unisex, el DIY, el negro, el estilo bohemio, la minifalda, la liberación femenina, el naranja espiritual, la experimentación textil y morfológica, los patrones repetitivos, los tejidos nobles y naturales, las poleras, el estilo militar...
